En la vorágine de Hollywood, donde las luces y el glamour a menudo eclipsan el intelecto, existe un grupo selecto de actores y cineastas que albergan mentes excepcionalmente brillantes, con coeficientes intelectuales que superan la media. Más allá de sus actuaciones memorables y apariciones en alfombras rojas, estas celebridades destacan por su impresionante inteligencia.
Natalie Portman, con un coeficiente intelectual de 140, desafía la noción de que la universidad podría arruinar su carrera. Graduada en Psicología en la Universidad de Harvard mientras ganaba un Óscar, habla seis idiomas y publica artículos científicos.
La icónica Hermione Granger, interpretada por Emma Watson, demuestra su brillantez con un coeficiente intelectual de 138. Priorizando sus estudios, Watson se graduó en literatura inglesa en la Universidad Brown y actualmente persigue un máster en escritura creativa en Oxford.
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Con un coeficiente intelectual de 160, Quentin Tarantino, cineasta apasionado, ha dejado su marca en la industria cinematográfica con clásicos como "Pulp Fiction" y "Bastardos sin gloria".
Matt Damon, con un coeficiente intelectual de 160, equilibra su éxito en la actuación con su aguda mente. Abandonó Harvard para actuar, escribiendo el guion de "En busca del destino", ganador del Óscar.
Miembro de Mensa con un coeficiente intelectual estimado en 150, Sharon Stone combina su belleza con una licenciatura en Literatura y Bellas Artes. Ganadora de un Globo de Oro y un Emmy, demuestra que la inteligencia y el talento van de la mano.
La hilarante Phoebe de "Friends", Lisa Kudrow, con un coeficiente intelectual de 154, no se limita a la actuación. Graduada en Psicología, ha publicado estudios científicos y ha dirigido en "The Comeback" de HBO.
Con un coeficiente intelectual de 161, Ashton Kutcher, además de triunfar en la actuación, destaca como empresario exitoso, invirtiendo en startups como Airbnb y Spotify.
Arnold Schwarzenegger, con un coeficiente intelectual de 140, trasciende la imagen de culturista con éxitos en cine, política, negocios y actividades humanitarias y medioambientales.
Kate Beckinsale, con un coeficiente intelectual de 152, escribe literatura desde su adolescencia y habla francés, ruso y alemán. Aunque considera su inteligencia como una desventaja, su talento actoral habla por sí mismo.
Con un coeficiente intelectual de 143, Meryl Streep, una de las mejores actrices de todos los tiempos, es también una académica destacada, con títulos de universidades como Vassar y Yale respaldando su brillante carrera.