Las dalias, originarias de México, son plantas verdaderamente asombrosas que deslumbran con sus hermosas flores de colores vibrantes. Con los cuidados adecuados, estas plantas pueden transformarse en frondosas maravillas en tu jardín.
Lo más impresionante de estas plantas es, sin duda, la exquisita belleza de sus flores. Estas despliegan su esplendor desde el inicio del verano hasta el final del otoño, exhibiendo colores intensos y llamativos que no pasan desapercibidos.
Designada como la flor nacional de México, cada 4 de agosto se celebra el "Día Nacional de la Dalia". Su encanto trasciende fronteras, siendo admirada por la Emperatriz Josefina de Francia, quien tenía numerosas especies en su propio jardín.
Te podría interesar
Con más de 20.000 tipos de dalias reconocidas, comparten características de cuidado similares, aunque cada variedad presenta flores y peculiaridades únicas.
Trucos y cuidados esenciales
Las dalias requieren un lugar muy luminoso para desarrollar sus flores. Sin embargo, es crucial protegerlas del viento, que podría dañarlas. Pueden resistir bien el calor, siempre y cuando no estén expuestas al sol directo durante largas horas. Además, toleran temperaturas bajas, pero se recomienda protegerlas de las heladas, ya que podrían resultar gravemente dañadas por temperaturas bajo cero.
El riego es un aspecto crucial para su cuidado. Necesitan riegos frecuentes, especialmente en las estaciones más cálidas. Se debe regar directamente sobre la tierra, evitando que el agua toque las hojas y, sobre todo, las flores. Es esencial evitar el encharcamiento, ya que no toleran el exceso de humedad. Se recomienda regar con mayor frecuencia, pero en menor cantidad.
Antes y durante la época de floración, es aconsejable abonar cada 2-3 semanas para fomentar su florecimiento. Es importante asegurarse de que la tierra sea un sustrato adecuado y de calidad. Las dalias pueden ser propensas a caracoles y babosas. Para combatir esta amenaza, se sugiere el uso de un fungicida específico.