Según la astrología, cada uno de los signos del zodiaco pertenece a los elementos básicos de la naturaleza, como lo son el agua, el aire y la tierra. Estos tienen una influencia especial en nuestra personalidad, pues no solo la forjan al momento de nacer, sino que la cultivan durante toda nuestra vida.
Y si aún estás un poco perdido y no sabes por dónde empezar a indagar sobre este intrigante asunto de la astrología, aquí te dejamos una guía que te ayudará a comprenderte mejor. Puede que recibas más respuestas de las que esperabas.
Fuego
Este elemento en la astrología representa la fuerza que nos impulsa hacia la acción, la emoción que nos inspira a materializar nuestros sueños y la energía que nos lleva a la consecución de nuestros objetivos.
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Aries, Leo y Sagitario son los signos del zodíaco pertenecientes a él, líderes carismáticos y emprendedores. Valoran la aventura y buscan incansablemente metas superadoras. Su amor por la acción y la creatividad los define.
Tierra
Por otro lado, la tierra representa la estabilidad y la solidez. Tauro, Virgo y Capricornio, los signos de tierra, se destacan por su practicidad y realismo.
Aferrados a la realidad, valoran la seguridad y la estabilidad. Su enfoque sensato en la vida, junto con su perseverancia y confiabilidad, los convierte en constructores de bases seguras para el crecimiento y el desarrollo.
Aire
El aire simboliza la mente, la comunicación y la capacidad intelectual. Géminis, Libra y Acuario son los signos de aire, provistos de un intelecto agudo y habilidades comunicativas excepcionales.
Adaptativos y curiosos, estos signos valoran el intercambio de ideas y tienen una perspectiva lógica ante los desafíos. Su sociabilidad y agilidad mental los destacan en la esfera intelectual.
Agua
Este elemento representa las emociones, la intuición y la sensibilidad. Cáncer, Escorpio y Piscis, los astros de agua, son seres emocionales, intuitivos y compasivos.
Conectados con su mundo emocional, buscan vínculos sanos y paz en sus sentimientos. Su capacidad para nutrir, sanar y comprender las complejidades emocionales los hace artistas del alma.