En el universo de la numismática se destaca una pequeña joya histórica entre las monedas comunes: el centavo Fugio de 1787, reconocido como la primera moneda estadounidense. Diseñado por el ilustre Benjamín Franklin y respaldado por el Congreso de los Estados Unidos, este centavo ha adquirido un estatus legendario, alcanzando un asombroso valor de 3.000 dólares en el mercado numismático.
Los centavos Fugio no solo son apreciados por su antigüedad, sino también por sus características singulares. Su diseño icónico incorpora lemas atribuidos a Benjamin Franklin, como "Ocúpate de tus asuntos", que transmite la importancia del tiempo y se refleja en el sol y el reloj de sol presentes en la moneda.
En el reverso, 13 anillos entrelazados simbolizan los 13 estados originales, mientras que las inscripciones "Somos uno" y "Estados Unidos" subrayan la unidad nacional. Con tan solo 398.577 unidades acuñadas en 1787, este centavo era escaso, aumentando aún más su exclusividad y demanda en el mercado.
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Sin embargo, otros objetos coleccionables, como el Barrio del Bicentenario de Plata de 1976-S que conmemora el Bicentenario de la Guerra Revolucionaria estadounidense, pueden alcanzar valores asombrosos, llegando hasta los 19.200 dólares.
Pero no solo las monedas atraen a los coleccionistas. Billetes con características únicas, como números de serie especiales o errores de impresión, pueden tener un valor de miles de dólares. Por ejemplo, en el apasionante mundo de las subastas en Estados Unidos, billetes de 100 dólares con errores de impresión se han vendido por hasta 2.000 dólares.
Si alguna vez has sospechado que ese centavo en tu cambio diario o tu billete podría ser único, no dudes en llevarlo a un experto para su evaluación. Podrías estar guardando un tesoro sin ser consciente. El fascinante viaje de descubrir la historia y el valor en tu cambio cotidiano ha comenzado.