Limpiar la casa puede tratarse de una actividad que no solo ocupe nuestra mente en esos momentos en los que hacer algo se vuelve una necesidad, sino que también puede resultar una tarea divertida si se realiza de manera organizada y escalonada y, por qué no, con música alegre de fondo.
A pesar de que podamos poner toda nuestra energía en ello, muy bien sabemos también que ciertas superficies resultan más complicadas y tediosas de limpiar. En este sentido, no podemos dejar de mencionar la grasa acumulada en la cocina.
Por fortuna, existen varias soluciones que nos permitirán hacer de este proceso uno más sencillo y que facilitarán la remoción de la grasa difícil de una manera más simple. Descubre aquí cómo.
La primera alternativa, y que suele ser la más común, es adquirir algún poderoso desengrasante en el mercado más cercano. Al respecto, se debe estar muy atento a las instrucciones del fabricante y a su correcto modo de uso para garantizar su efectividad.
Por otra parte, si lo que deseas es limpiar superficies más pequeñas, pero sin utilizar algún producto como el mencionado anteriormente, puedes crear una mezcla de agua con bicarbonato de sodio. Pasados 20 minutos de haber aplicado la mezcla sobre el sitio en cuestión, frota y retira con una esponja. Esta opción es ideal para superficies como la puerta de vidrio del horno.
En el caso de que lo que desees limpiar sean aquellas superficies de madera, debes evitar el uso de esta clase de productos que podrían dañar este material. La mejor opción para limpiar la madera es con aguarrás, aunque debe usarse en un ambiente ventilado y lejos del horno y las hornallas.