Un tatuaje es una forma de arte corporal que nos permite expresar nuestra individualidad y contar nuestras historias, sin embargo, el trabajo no termina con la sesión en el estudio.
El cuidado adecuado después de tatuarse es esencial para garantizar que la obra de arte se mantenga vibrante y con aspecto fresco durante muchos años. Evitar ciertos errores comunes puede marcar la diferencia entre un diseño impecable y uno que se vea deslucido o dañado con el tiempo y es por ello que exploraremos los cinco errores más frecuentes que debes evitar y así puedas lucirlo con orgullo.
No seguir las instrucciones de cuidado
Uno de los errores más graves que puedes cometer después de hacerte un diseño es ignorar las instrucciones de cuidado proporcionadas por el tatuador.
Cada artista puede tener sus propios consejos específicos para el cuidado del tatuaje, pero en general, es esencial mantenerlo limpio, humectado y protegido durante el proceso de cicatrización. Ignorar estas indicaciones puede llevar a infecciones, pérdida de color y dificultades en la cicatrización, lo que afectaría negativamente el aspecto final del bosquejo.
Exponer el tatuaje a la luz solar directa
Los rayos del sol pueden ser extremadamente perjudiciales para un tatuaje recién hecho y también para los diseños más antiguos. La exposición prolongada a la luz solar directa puede desvanecer los colores y hacer que pierda nitidez con el tiempo.
Siempre es recomendable proteger con protector solar de amplio espectro (SPF 30 o superior) antes de exponerlo al sol y evitar la exposición prolongada, especialmente durante las primeras semanas después de hacerse el diseño.
Rascar o frotar el tatuaje
La comezón es un efecto secundario común durante la cicatrización del tatuaje, pero rascarse o frotar el área puede ser extremadamente perjudicial. La piel recién tatuada es muy sensible y vulnerable a las infecciones.
Rascar o frotar puede dañar las capas superficiales de la piel y hacer que luzca irregular o descolorido. Si sientes picazón, toca suavemente el área con las manos limpias o utiliza una crema humectante recomendada por tu tatuador.
Sumergir el tatuaje en agua
Durante el proceso de cicatrización, es importante evitar sumergir el tatuaje en agua durante períodos prolongados, como baños largos o sesiones de natación.
El exceso de humedad puede ablandar la piel y retrasar la cicatrización, lo que podría afectar la claridad y la apariencia general del tatuaje. Siempre sigue las recomendaciones de tu tatuador en cuanto a la duración y frecuencia de la limpieza con agua.
No hidratar adecuadamente el tatuaje
La hidratación es clave para mantener un tatuaje sano y vibrante. Si no aplicas crema humectante regularmente en la zona, la piel podría secarse, pelarse y afectar la calidad del diseño.
Utiliza una crema humectante sin fragancia y sin alcohol recomendada por tu tatuador, y aplícala en pequeñas cantidades según las indicaciones para mantener la piel bien hidratada y promover una cicatrización adecuada, un dato no menor, si lo que deseas es mantener intacto el diseño realizado.