De muchas maneras es que puedes lograr que tu automóvil se vea impecable y grandioso, con técnicas que facilitan además el proceso tanto de limpieza habitual como aquel para dejar la carrocería brillante e impecable.
Si de la carrocería del automóvil se trata, la realidad es que con gran frecuencia esta puede sufrir ciertos arañazos, por diversos motivos, lo que afecta su apariencia notablemente.
Lo primero que debes tener en cuenta al examinar tu carro cuando esto sucede es ver qué tipo de arañazo predomina en la superficie. Para ello, evalúa el daño cuando la zona esté completamente limpia y seca.
Si tu automóvil presenta un arañazo superficial, se trata de un daño que no ha llegado a afectar a la pintura, dado que el objeto que causó el arañazo simplemente dejó una marca sobre la superficie.
Para retirarlo de tu coche, lo que se debe hacer es aplicar un proceso de desengrasado o “pulido”. En torno a este último, lo que debes hacer sobre la zona afectada es colocar una pasta de pulido con ayuda de una boina pulidora de dureza media o alta.
En relación con el desengrasado, lo que se debe aplicar es un paño limpio de microfibra con un desengrasante volátil específico para carrocería, el cual se encargará de desintegrar todo resto de pintura hasta eliminar por completo el arañazo.
Si el vehículo presenta un arañazo poco profundo y que no ha dañado la pintura, puede procederse a realizar el mencionado pulido o, en caso de ser más profundo, un lijado y posterior pulido.
Finalmente, si el arañazo de tu automóvil es muy profundo, existe la posibilidad de que además de que la pintura se haya dañado, el acero pueda oxidarse. Para evitar que la situación empeore con el paso del tiempo, lo que se debe hacer es un repintado de toda la superficie, aunque también se pueden utilizar lápices de retoque para estas zonas afectadas.