El estar saludable es fundamental no solo para sentirnos bien con nosotros mismos, sino también para garantizar que nuestro organismo se encuentre en óptimas condiciones, lo que nos asegura una mejor calidad de vida.
Al respecto, es clave consumir a diario distintas comidas que nos brinden una alimentación balanceada, lo que se traduce en un aporte de fibras, vitaminas, minerales, calcio, proteínas y otros nutrientes fundamentales para nuestro cuerpo. En el día de hoy, haremos especial énfasis en un alimento que es ideal consumir varias veces a lo largo de la semana: las ensaladas.
En torno a este plato, debes saber que no solo funciona como un grandioso antioxidante, sino que también puedes intercalar diversos ingredientes y verduras principalmente para crear de este modo una gran cantidad de variantes.
Lo primero que debes tener en cuenta al momento de preparar distintas ensaladas es crear una base para este plato con distintas hojas verdes de tu preferencia. Así, puedes utilizar un solo tipo de hojas o combinar algunas entre sí. Entre las tantas opciones posibles, aquí podemos mencionar la lechuga, la acelga, la rúcula, espinacas o alguna otra que te guste mucho. Todas ellas suelen ser un gran aporte de vitamina C, hierro y calcio, entre otros tantos nutrientes.
Encima de dichas hojas, lo siguiente que debes hacer es añadir a dicha comida algunos vegetales que pueden ser crudos o cocidos. Y aunque la lista puede ser muy extensa, se puede hacer alusión al tomate, la cebolla, el aguacate, remolacha, brócoli o algún otro de tu preferencia. Además de fibra, esta clase de alimentos te brinda vitaminas del grupo B, entre otros beneficios.
Luego, lo que debes incorporar a tu ensalada es legumbres para que te brinden una mayor sensación de saciedad. Así, puedes incluir garbanzos o lentejas; o así también cereales como el arroz. Como toque extra, puedes añadirle semillas, por ejemplo de lino, chía o sésamo, y frutos secos como nueces o almendras.
Por último, pero no menos importante, es que tus ensaladas estén condimentadas con algún tipo de vinagre, aceite de oliva o zumo de limón, además de sal al gusto y especias como pimienta u orégano.