Hablar de cuidado y belleza implica varios temas que, además de la alimentación, incluyen aspectos como corte de cabello, mantención de uñas e higiene.
Precisamente una de las temáticas poco habituales de hablar son las uñas encarnadas, una problemática que muchos sufren, pero no se atreven a mencionarlo.
Sin embargo, son varios los factores que influyen a la hora de padecer esa afección, aunque existen soluciones prácticas y caseras para evitar dolor o simplemente para no visitar a un profesional en podología. ¿Qué se debe hacer?
De acuerdo a Mundo Deportivo, primero se debe analizar los factores que determinan las uñas encarnadas y una de ellas es el uso de un calzado inadecuado para los pies.
En tanto, son otras las posibles causas de la inquietud que además de impedir a una persona caminar o desempeñar una actividad física con normalidad, puede llegar a ser grave ante una fuerte infección.
Tras enumerar algunas de las situaciones que generan uñas encarnadas, existe un particular método que puede ponerle fin a la problemática o prevenir nuevas apariciones, se trata de tener una higiene personal adecuada.
Para lograr un resultado óptimo, se debe tener constancia y atención a la hora de controlar con frecuencia que las uñas se encuentren limpias y cortadas de una manera correcta.
Por supuesto, no todo es color de rosas y para tener el resultado anhelado, sin uñas encarnadas, existen algunos tips que facilitan la tarea y uno de los más importantes es cortarse las uñas después de una ducha, ya que estas están más blandas y maleables.
Otro consejo es utilizar un cortauñas en buenas condiciones que permita cortar de forma recta y fácilmente los bordes de las uñas para beneficiar su rápido y sano crecimiento.
Una aclaración es que los bordes de las uñas pueden ser redondeados o cuadrados, de acuerdo a la preferencia de cada uno, aunque no se deben dejar las puntas muy afiladas en las esquinas porque es uno de los principales factores para que las uñas se encarnen.
Finalmente, se recomienda que las uñas no deben cortarse demasiado, el largo ideal es el que queda por encima de la yema de los dedos para que no se claven en la piel. ¡A tomar nota!