Dicen que la cocina y el baño son los ambientes más higiénicos que debe tener una casa, pero al ser los espacios más utilizados por sus habitantes y las visitas, muchas veces, la aparición de sarro se convierte en una pesadilla para quienes llevan a cabo la limpieza del hogar.
Esto se debe a que el sarro, formado por la acumulación de calcio y otros minerales que se hallan en el suministro del agua, no se quita fácilmente al momento de efectuar una limpieza rápida o profunda. No obstante, no es imposible hacerlo desaparecer durante el aseo. De hecho, existe un truco mágico que lo quitará de cualquier superficie con tan solo dos ingredientes.
En tan sólo minutos, quienes disfruten de la limpieza y quienes no lo hagan podrán deshacerse del sarro combinando vinagre blanco y bicarbonato de sodio en iguales cantidades hasta lograr una pasta. Para obtener una higienización exitosa, esta preparación deberá colocarse sobre la suciedad y deberá actuar por unos diez minutos.
Por último, el siguiente paso consiste en fregar la zona afectada por el sarro hasta hacerlo desaparecer y todos felices y contentos.