Aunque intentemos mantener limpios y en impecables condiciones nuestros utensilios y otras herramientas en la cocina, esto es algo que no siempre podemos aplicar inmediatamente.
Muchas veces, la rutina y la falta de tiempo hacen su trabajo y algunos elementos, como por ejemplo las sartenes y ollas, permanecen sucias o quemadas más tiempo del que deberían, razón por la cual deshacernos de ello resulta bastante complicado.
Para limpiar este último recipiente contamos, afortunadamente, con novedosas fórmulas y productos de limpieza que nos garantizan que recuperarán su brillo y volverán a verse como recién estrenadas.
Pero también sabemos que varios de los productos en cuestión suelen ser bastante costosos de adquirir. Por este motivo, aquí te traemos un efectivo método casero para limpiar tus ollas quemadas y que se vean como nuevas.
Limón, jabón blanco y agua caliente
Esta combinación resulta ideal para devolver a tus ollas la pulcritud y el brillo que tenían en un principio. La acidez del limón es un grandioso modo de deshacerse de las manchas y las quemaduras de las ollas, en combinación con el jabón blanco, cuya misión es deshacerse de la grasa y la suciedad sin dañar las superficies. El agua caliente, por su parte, facilita la rápida eliminación de restos de grasa y quemaduras.
En primer lugar, debes colocar el jugo de un limón fresco sobre dicho recipiente de cocina junto a una pequeña cantidad de jabón blanco y agua caliente, que cubra por completo la zona dañada.
Deja actuar esta mezcla en tu olla a fuego lento por entre 10 y 15 minutos. Pasado ese tiempo y con ayuda de una cuchara o utensilio de madera, desprende con cuidado los restos quemados y la grasa. Posteriormente y con una esponja o cepillo, elimina toda suciedad restante posible. Sécala muy bien, ¡y listo! Repite el procedimiento si notas que quedaron aún partes quemadas o sucias, y aplica todos estos pasos nuevamente si son varias las ollas que debes limpiar.