Por diseño, por gusto o por economizar, las sillas de plástico son muy recurrentes a la hora de amueblar los ambientes de un hogar, desde un espacio interno como las salas de comedor, cocinas, escritorios, o también galerías, patios y jardines. Entonces, ¿cómo cuidar este tipo de asientos en pocos pasos y sin gastar un dineral?
Existe un truco sencillo, práctico, barato y rápido para no tener que cambiar las sillas de plástico cada vez que se percudan con manchas o se llenen de suciedad por el polvo o la humedad del lugar en que estén ubicadas en la casa. De este modo, para poder cuidar e higienizar tus butacas de plástico necesitarás dos elementos domésticos: un trapo seco o un plumero.
Para hacer desaparecer la suciedad exterior de las sillas de plástico tendrás que frotar su superficie con cualquiera de los elementos mencionados anteriormente. Ahora sí, una vez eliminado el polvo, podrás aplicar un sencillo remedio casero que conservará las banquetas plásticas como el primer día que las usaste.
La fórmula secreta es mezclar una taza de vinagre blanco con una cucharada de pasta de dientes y un poco de bicarbonato de sodio dentro de un recipiente hasta conseguir una pasta semilíquida. Luego la colocarás sobre la silla con ayuda de una esponja y la expondrás a la luz del sol por al menos una hora.
Finalmente, con un cepillo limpio fregarás toda la silla plástica y enjuagarás con un paño mojado hasta quitar del todo la pasta mágica y dejarás que se seque para volverla a utilizar.