Tener una cocina impecable es el deseo de cualquier padre o madre de familia y la organización es fundamental para lograrlo. En ese sentido, cabe mencionar que el fregadero es una de las zonas que requiere mayor atención, ya que es propenso a acumular suciedad, olores desagradables y bacterias.
Para que el fregadero quede reluciente durante la limpieza, los elementos correctos a utilizar son un buen jabón para platos, una esponja o paño suave, bicarbonato sódico, vinagre blanco y un cepillo de dientes viejo, que se use solo para el escurreplatos.
También hay que higienizar la vajilla y los restos de comida que puedan quedar en la pileta de la cocina, de esta manera, se evitarán obstrucciones. Acto seguido, se recomienda aclarar el fregadero con agua templada, aplicar jabón y comenzar a fregar suavemente para evitar rayones, sin descuidar que no queden residuos en el desagüe.
Para combatir manchas resistentes, se recomienda emplear el bicarbonato sódico sobre la superficie del lavaplatos. El vinagre blanco también ayuda a dejar impecable la bacha de la cocina. Por último, se aconseja evitar verter grasa o sustancias aceitosas por el desagüe y mantener la zona siempre seca con un paño limpio, el cual dejará brillante el accesorio donde se encuentra el grifo y un entorno saludable para la preparación de las comidas.