Las superficies del hogar suelen ser víctima de rayones si no se efectúa una limpieza adecuada y cuidadosa de estas. Por eso, para evitar marcas no deseadas, se deben seguir estos cinco consejos que nunca fallan.
Es primordial seleccionar los utensilios de limpieza correctos y para ello es necesario conocer el material del que están hechas las superficies dentro y fuera de una propiedad, considerando que el cristal o el acero inoxidable son las más comunes y las que más rápido reciben arañazos. De modo que hay que esquivar el uso de cepillos ásperos o materiales abrasivos. Por el contrario, se recomienda aplicar los productos del aseo con paños de microfibra o esponjas suaves.
Se advierte enjuagar bien los utensilios antes de usarlos para la limpieza, sobre todo si se utilizan esponjas o estropajos. Por otro lado, cabe destacar que el agua limpia es un elemento útil para conseguir pulcritud en los espacios de una casa.
Otra estrategia de limpieza que nunca falla es prevenir la presión excesiva o fregar enérgicamente sobre las superficies. Más bien, lo correcto sería realizar movimientos suaves y dejar actuar la solución limpiadora el tiempo que sea necesario. El remojo es una buena sugerencia para cuando la higienización se choca con una mancha persistente.
Es preciso proteger la superficie a limpiar por medio de revestimientos o alfombrillas protectoras ya que reducen el riesgo de rayones. Las almohadillas de fieltro o deslizadores bajo las patas de los muebles sirven para proteger el suelo. En ese aspecto, los posavasos o alfombrillas debajo de los objetos pesados pueden minimizar los arañazos en mesas o mesadas. Finalmente, el mantenimiento de la higiene debe ser periódico y los útiles de limpieza deben guardarse en un lugar seco para no acumular suciedad o humedad.