Si luchas contra un cabello encrespado e ingobernable, es probable que hayas considerado la posibilidad de someterte a un tratamiento de keratina. La queratina es una proteína que se encuentra de forma natural en tu pelo y es la responsable de que esté fuerte y sano. El pelo dañado, procesado químicamente o expuesto con frecuencia a peinados con calor puede beneficiarse con este tratamiento capilar, ya que puede ayudar a reconstruir la fuerza del pelo, reducir el encrespamiento y hacerlo más manejable.
Sin embargo, como ocurre con cualquier tratamiento capilar, hay que tener en cuenta los posibles riesgos y efectos secundarios. En este artículo, repasaremos los peligros asociados a la aplicación de keratina en el cabello y lo que debes saber antes de seguir adelante con el tratamiento.
Los riesgos de los tratamientos de keratina
Los principales riesgos asociados a los tratamientos de keratina son:
Daños en el pelo
Aunque un tratamiento de keratina puede ayudar a fortalecer el cabello, también puede causar graves daños si se aplica incorrectamente o con demasiada frecuencia. El alto calor necesario para activar la keratina puede dañar los folículos pilosos y hacer que el pelo se vuelva quebradizo, débil y propenso a la rotura.
Asimismo, si la keratina se deja actuar demasiado tiempo, puede alterar químicamente el pelo y hacer que parezca apagado, sin vida y quemado. Esto puede provocar una pérdida significativa de volumen y textura, de la que puede llevar un tiempo recuperarse.
Riesgo de reacciones alérgicas
Si tienes la piel sensible o has tenido reacciones alérgicas a productos capilares en el pasado, deberás tomar precauciones adicionales antes de aplicarte keratina en el cabello. Algunos de los ingredientes de los tratamientos de keratina pueden causar irritación, picor e hinchazón de la piel, lo que puede resultar muy incómodo.
Para evitarlo, haz siempre una prueba del parche antes del tratamiento de keratina y espera hasta 48 horas para ver si se produce alguna reacción adversa.
Posible exposición química
La mayoría de los tratamientos de keratina contienen formaldehído, una sustancia química que se utiliza para conservar cadáveres. Se sabe que el formaldehído es una sustancia cancerígena que puede causar problemas respiratorios e incluso cáncer si entra en el torrente sanguíneo o se inhala en cantidades elevadas.
Aunque la mayoría de las peluquerías utilizan un bajo nivel de formaldehído en sus tratamientos de keratina, sigue existiendo un riesgo de exposición, tanto para el estilista como para el cliente. Para reducir el riesgo de exposición, pregunta siempre a tu peluquero sobre los ingredientes del tratamiento de keratina y si toman alguna precaución para evitar la exposición a sustancias químicas.
Qué hacer antes del tratamiento de queratina
Ahora que conoces los riesgos potenciales de los tratamientos de keratina, hay algunas cosas que debes tener en cuenta antes de seguir adelante con el tratamiento:
Investiga el salón de belleza
Antes de reservar tu tratamiento de keratina, investiga el salón de peluquería que piensas visitar. Busca opiniones de clientes anteriores, comprueba su acreditación y asegúrate de que utilizan productos de alta calidad, seguros y eficaces para tu tipo de cabello.
Evita el peinado con calor excesivo
En las semanas previas al tratamiento de keratina, evita utilizar herramientas de peinado con calor, como planchas, rizadores y secadores. El calor intenso de estas herramientas puede dañar el cabello y hacerlo más susceptible a la rotura durante el proceso de aplicación de la keratina.
Haz una prueba del parche
Antes de ir al salón de belleza, haz una prueba del parche aplicando una pequeña cantidad del tratamiento de keratina en la parte interior del codo o detrás de la oreja. Espera 48 horas para ver si se produce alguna reacción adversa antes de aplicarte el producto sobre la fibra capilar.
Los tratamientos de keratina pueden ser una forma eficaz de domar el cabello encrespado e incontrolable. Sin embargo, también conlleva riesgos potenciales y efectos secundarios que debes conocer antes de seguir adelante con el tratamiento. En caso de cualquier otra duda, consulta a un estilista profesional que pueda aconsejarte sobre la mejor forma de mantener tu pelo sano y fuerte sin ponerte en peligro.