¿Quieres alisar tu cabello con la ayuda de un tratamiento de keratina pero temes los posibles daños que puede causar? ¡No te preocupes! Con el conocimiento y la aplicación adecuados, puedes conseguir un cabello liso, sin encrespamiento y sin comprometer la salud de tu cabello. Sigue leyendo para aprender a aplicar correctamente la keratina y mantener tu pelo sin daños.
Fundamentos esenciales del tratamiento de keratina:
El tratamiento de keratina es un tratamiento químico semipermanente para el pelo que lo alisa, reduce el encrespamiento y facilita su manejo. Este tratamiento consiste en aplicar queratina, que es una proteína que se encuentra de forma natural en nuestro pelo, sobre las hebras, y luego sellarla con calor. El tratamiento de keratina es adecuado para todo tipo de cabello, y puede durar hasta seis meses, dependiendo de la regularidad con que te laves el pelo y de la calidad de los productos utilizados.
Evita la superposición:
Una de las preocupaciones importantes del tratamiento de keratina es la aplicación excesiva de la solución, que puede dañar tu pelo. Por lo tanto, es esencial asegurarse de que el producto a base de keratina no se superponga sobre el cabello ya tratado. Para evitarlo, divide tu cabello en pequeñas secciones para asegurarte de que la solución se aplica de forma igual y uniforme. La superposición puede hacer que se acumule demasiada keratina en los folículos pilosos, lo que provoca fragilidad y rotura.
Usa la temperatura adecuada:
El calor aplicado durante el proceso de tratamiento es crucial para sellar la keratina en las hebras capilares. Sin embargo, unos niveles de calor elevados pueden causar más daños que beneficios. Antes de aplicar la solución de keratina, es mejor regular la temperatura de la plancha. El nivel de calor recomendado para plancharte el pelo oscila entre 350 y 450 grados Fahrenheit, según la textura y el tipo de cabello. También es fundamental utilizar una plancha de alta calidad con placas de cerámica o titanio, ya que distribuyen el calor de forma más uniforme y ayudan a evitar que el pelo se dañe.
Elige una solución de queratina de calidad:
La solución de keratina que utilices durante el proceso de tratamiento desempeña un papel fundamental para garantizar que tu pelo se mantenga sano y sin daños. Lo mejor es elegir una solución de alta calidad que no contenga formaldehído ni otras sustancias químicas nocivas. Las soluciones sin formaldehído evitan que el pelo se vuelva quebradizo y se rompa. También es aconsejable buscar productos que aporten beneficios adicionales, como protección UV y agentes hidratantes que ayuden a mantener tu cabello hidratado.
Mantenimiento del cabello antes del tratamiento:
Antes del proceso de tratamiento con keratina, asegúrate de que tu cabello está en excelentes condiciones. El pelo debe estar libre de cualquier acumulación de aceites o productos capilares que puedan interferir en el proceso de aplicación. Por lo tanto, utilizar un champú clarificante dos veces por semana antes del tratamiento puede ayudar a eliminar cualquier producto capilar o acumulación de grasa.
Cuidados posteriores al tratamiento:
Una vez finalizado el tratamiento, es esencial tomar precauciones como evitar lavarse el pelo durante al menos 48-72 horas para permitir que la keratina se asiente correctamente en el tallo capilar. El lavado regular hará que el producto se descomponga prematuramente, reduciendo la vida útil de tu nuevo peinado. También es aconsejable utilizar champús y acondicionadores sin sulfatos especialmente formulados para cabellos tratados con keratina.
El tratamiento con keratina es una forma excelente de mantener tu cabello sano, brillante y sin encrespamiento. Si sigues los consejos anteriores, puedes asegurarte de que tu pelo recibe el mejor cuidado posible. Con la aplicación y el procedimiento adecuado puedes mantener un cabello sin daños mientras disfrutas de los ricos beneficios que deja este tratamiento estético.