Nada supera la sensación de entrar a una casa perfumada que reciba con los brazos abiertos tanto a los visitantes como a los miembros de la familia. Sin embargo, mantener el hogar con un olor fresco a veces puede convertirse en un engorro. Aunque hay varios ambientadores y velas perfumadas en el mercado, a veces no son suficientes o tal vez no te gusta el aroma artificial que desprenden esos productos.
La buena noticia es que no tienes por qué gastarte una fortuna en productos comprados en tiendas. En su lugar, puedes aprender algunos consejos y asequibles para tener un hogar agradablemente perfumado. Estos trucos caseros estimularán tus sentidos y dejarán un olor aromático que puede vigorizar la calidad de tu vida.
1. Ambientador con aroma de limón
El aroma de limón elimina los olores más fuertes y deja una fragancia encantadora. Para hacer un ambientador DIY, corta unos cuantos limones en rodajas o gajos. Colócalos en una olla y añade agua suficiente para cubrir las rodajas de limón. Lleva el agua a ebullición y luego baja el fuego para cocer los limones a fuego lento durante el tiempo que quieras que el aroma se extienda por tu hogar limpio.
2. Popurrí de canela y especias
Un poco de canela es todo lo que necesitas para que tener una casa perfumada, como una panadería cálida y acogedora. Mezcla unos cuantos clavos y ramas de canela en una olla pequeña. Añade agua hasta cubrir todas las especias y lleva la mezcla a ebullición. Baja el fuego y deja que el popurrí hierva a fuego lento. El olor de la canela y el clavo se extenderá por toda la casa.
3. Vela de cáscaras de cítricos
Los cítricos no sólo aumentan la energía, sino que también desprenden una fragancia refrescante. Haz tu vela con aroma a cítricos utilizando una cáscara de naranja o pomelo como base. Llena la cáscara con una gota de aceite vegetal y luego enciende el tallo de la cáscara. El aceite ayudará a que la cáscara arda más tiempo y liberará el aroma de la naranja o el pomelo que eventualmente ayudará a que tu casa perfumada se lleve los aplausos.
Otros trucos
Limpia la cocina con regularidad: es una de las zonas de la casa más propensas a los malos olores y los restos de comida pueden hacer que perdure esta sensación. La mejor forma de mantener la cocina con un olor fresco es limpiarla con regularidad, asear la encimera y guardar los alimentos perecederos en el frigorífico.
Utiliza bicarbonato sódico: es un excelente absorbente natural de olores. Puede hacer maravillas eliminando esta presencia desagradable en alfombras, muebles y dentro del frigorífico.
Espolvorea un poco de bicarbonato sobre una superficie y déjalo reposar un rato, luego pasa la aspiradora. Abrir las ventanas no solo sirve para que se filtre la luz natural, sino que es una forma fácil de dejar que entre aire fresco. No hay nada mejor que un día de verano con brisa para refrescar tu espacio vital.