Un inicio de año para el olvido es el que atraviesa Dani Alves luego de que saliera a la luz la escalofriante denuncia en su contra que lo dejó privado de su libertad.
Recordemos que fue la víctima que el futbolista de Brasil habría atacado en una reconocida discoteca de España, precisamente en Barcelona, la que lo demandó.
Tras la inmediata intervención de la Justicia y las pericias preliminares, Dani Alves fue detenido de forma inmediata y trasladado a la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Les Corts de Barcelona.
Con un desalentador panorama y el pasar de los días, la incertidumbre sobre el futuro de Daniel Alves da Silva se incrementa, a pesar de las estrategias que buscan obtener sus abogados al analizar la grabación de las cámaras de seguridad en la que se registró el hecho.
Justamente ahora es otro dato el que complicaría aún más el presente del deportista de 39 años. De acuerdo al periódico "El Confidencial", Alves sigue sumando dolores de cabeza y uno de los golpes más duros estaría vinculado con su economía. ¿Qué pasó?
Luego de su detención, Dani Alves habría sufrido millonarias pérdidas, ya que en el país ibérico, varias de sus propiedades fueron embargadas al tener una deuda que ronda los 2,25 millones de euros.
Pero eso no es todo, los números en rojo continúan para Dani, ya que otra propiedad inmobiliaria del protagonista, un piso en Sant Feliu de Llobregat, también fue embargado.
Además, de la compleja situación legal y económica de Dani Alves en España, las malas noticias no se detienen y fueron muchas las marcas patrocinadoras que tenían al defensor como estrella principal, las que le dieron la espalda y le rescindieron el contrato.
De esta manera, según "Marca", el deportista español no levantaría cabeza, ya que además de transitar su última etapa como futbolista profesional, los proyectos empresariales que intentó lanzar no dieron resultado y de las seis empresas que emprendió, solo dos lograron subsistir: Cedro Esport y Bahía Ilheus Inmobiliaria.
Por otra parte, la economía en picada sigue, ya que también fueron embargados los restaurantes a su nombre, el cincuenta por ciento de la propiedad que tiene con su ex, Dinorah Santa Ana y, como broche de oro, Pumas de México le pide una indemnización de cinco millones de dólares tras su escandalosa salida del club.