Si hay un espacio en la cocina que requiere de un tratamiento y limpieza especial, es precisamente el horno y en este artículo entenderás la razón de ello, para que de esa forma puedas ahorrarte futuros problemas que varían desde el mal olor hasta problemas en tu funcionamiento.
Muchos usuarios suelen subestimar esta práctica sin tomar en cuenta cómo la grasa y la suciedad acumulada se pueden acumular y dificultar la limpieza, por lo tanto, debes prestar atención a esos detalles. Si deseas conocer un poco más al respecto, entonces presta atención a lo siguiente.
Hazlo un hábito regular
Cuanto más tiempo esperes para limpiar el horno, más difícil será, está bastante claro. Lo ideal es limpiarlo después de cada uso, o al menos una vez a la semana, especialmente si eres sueles ponerlo en marcha de forma cotidiana.
Si la suciedad ya está muy acumulada, será necesario dedicarle más tiempo y esfuerzo, un dato no menor, ya que por lo general es la principal causa de los malos olores.
Desmonta las piezas desmontables
No basta solo con espolvorear un producto de limpieza y pasar un paño para su higiene, pues debes desmontar por completo las piezas de tu horno si lo que quieres es un proceso óptimo
Hablamos de las bandejas, rejillas y demás piezas desmontables que deben limpiarse por separado, ya que son las que más suciedad acumulan. Se recomienda el uso de una esponja o un cepillo con agua y jabón, o un producto específico para limpiar hornos.
Utiliza productos adecuados
Existen muchos productos específicos para limpiar hornos, los cuales han sido diseños especialmente para este propósito. Sin embargo, también puedes optar por métodos alternativos y mucho más confiables que garantizan grandes resultados como el bicarbonato de sodio, el vinagre blanco o el limón.
Altamente recomendados para la limpieza de la cocina y el baño gracias a sus propiedades, por lo que no es ninguna locura repetir el mismo proceso en este espacio.
Enciende el horno a baja temperatura
Esto sería el último paso tras desmontar, limpiar y volver armar las piezas de tu horno. ¿La razón? Es sencillo, esto ayudará a eliminar cualquier resto de suciedad o producto químico.
Lo importante del caso que conviertas la limpieza de esta herramienta de cocina en algo fundamental y constante, de lo contrario podrías arrepentirte a largo plazo por la presencia de malos olores y suciedad.