Muchas veces, un simple descuido y un accidente casero pueden convertirse en un auténtico dolor de cabeza. Como bien sabemos, esta clase de percances pueden ocurrir en cualquier momento y lugar, razón por la cual una gran opción tiene que ver con la implementación de soluciones rápidas y efectivas.
El teléfono móvil se ha vuelto, con el correr de los años, un elemento indispensable para muchos, no solo para contactarnos con seres queridos, sino también para permanecer en línea en las plataformas y redes sociales y descubrir hechos que acontecen en el mundo cada día. A ello se suman las múltiples apps que nos otorgan la posibilidad de distendernos y entretenernos.
Y es tan importante el uso del móvil a diario que, por esta misma razón, resulta clave cuidarlo de posibles daños, ya sean estos simples como ralladuras o golpes, e incluso algunos más graves que alteren su normal funcionamiento.
Uno de estos últimos tiene que ver con el hecho de que nuestro teléfono se nos puede caer en sitios indeseados y terminar mojándose, como es el caso de la alberca, por ejemplo.
Ante un escenario de estas características, debes saber que existe una grandiosa solución, por fuera de la clásica implementación del arroz para “salvar” este dispositivo que podría generar un efecto contrario al deseado.
Estamos hablando de las bolsas de sílice, las cuales podemos encontrar fácilmente en nuestro calzado. Lo que debes hacer es colocar tu teléfono móvil en un recipiente (también puede ser en una bolsa con cierre, esas que suelen utilizarse para los alimentos), cubierto de bolsas de sílice entre 24 y 48 horas. De esta manera, la humedad quedará en el pasado y tu teléfono volverá a funcionar perfectamente y como lo hacía antes.