Durante el transcurso de los últimos años, hemos podido apreciar con gran facilidad que muchísimas formas de cuidado personal han aparecido repentinamente, mientras que otras resurgieron y llamaron la atención de muchísimas personas.
Además del cuidado del cabello y del cuerpo, el cuidado del rostro, también llamado “skincare”, ha predominado entre los principales sitios de belleza, cosmética y cuidado personal como una de las formas para lucir un rostro luminoso, saludable e impecable a todas horas.
De esta manera, es gracias a este método de cuidado facial que también comenzaron a ganar una mayor relevancia y frecuencia de uso determinados productos por sobre otros, como tonificantes, cremas humectantes y sérums, que disminuyen imperfecciones, oleosidad e impurezas que pueden presentarse a diario en el rostro.
No obstante, debes saber también que fueron varios los métodos de skincare que han acaparado las miradas, entre ellos, uno en particular que te compartiremos a continuación, con detalles al respecto y la mejor manera de aplicarlo en casa.
De acuerdo al presupuesto que cada persona pueda destinar al cuidado del rostro, la rutina de limpieza facial sueca plantea que sean implementados día tras día 5 pasos indispensables para tener un rostro saludable e impecable. La gran mayoría de ellos, principalmente, se vinculan a la hidratación y la protección del rostro de los daños causados por agentes externos.
En primer lugar, tenemos la utilización de un producto de limpieza para eliminar el maquillaje y las impurezas. Presta atención a que este sea suave y acorde a tu tipo de piel.
Asimismo, es fundamental añadir un tónico, cuya función será equilibrar el pH de la piel, como también prepararla para la posterior aplicación de otros productos de skincare. Luego, debemos aplicar un sérum que cuide el rostro de diversos factores como arrugas, bolsas y ojeras, y hasta falta de luminosidad.
Este método sueco de skincare recomienda, en último lugar, que apliquemos diariamente una crema hidratante para nutrir la piel y, al mismo tiempo, hacer uso diario de un protector solar que logre prevenir los daños causados principalmente por los rayos UVA y UVB.