La llegada del clima frío y el descenso abrupto de las temperaturas pueden ser motivos más que suficientes para que repentinamente comencemos a experimentar cambios negativos en nuestra salud y, por ende, terminemos enfermándonos.
Además de que podemos resolver, en casos leves, estas dificultades en la salud a partir de la ingesta de ciertos medicamentos según nuestras necesidades u opciones de venta libre, la realidad es que muchas personas no dudan en acudir a soluciones más naturales ante esta clase de escenarios. Y es aquí donde es importante resaltar el poderoso efecto de la miel.
Como bien sabemos, la miel es una excelente alternativa, principalmente para aliviar dolores como los de garganta y la tos, debido a que cuenta con propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.
Asimismo, la miel es buena para la salud por su combinación de azúcares con vitaminas, minerales, zinc, enzimas y aminoácidos esenciales, entre otros beneficios, lo cual hace que su ingesta en nuestra dieta habitual resulte sumamente beneficiosa.
Si lo que quieres es aliviar esos molestos dolores de garganta o la tos, debes saber que mezclar este ingrediente con otros te dará como resultado un excelente remedio casero.
Uno de ellos consiste en mezclar miel y limón. El aporte de vitamina C otorgado por este último es de suma efectividad para combatir infecciones. Solo bastará mezclar medio limón exprimido con miel en un vaso con agua.
Otra opción consiste en añadir miel a un vaso de leche, lo que aliviará no solo la tos sino la garganta lastimada producto de esta, valga la redundancia, tos tan molesta y hasta casi constante. Si estás atravesando un momento de salud como el mencionado previamente, no dudes en implementar estas sencillas soluciones efectivas, caseras y naturales para comenzar a sentirte mejor.