El decorar tanto el interior como el exterior de nuestra vivienda depende, en parte, de ciertas cuestiones que no podemos pasar por alto. Y es que, aunque para muchos resulte un tema poco relevante y hasta insignificante, la decoración del sitio que vivimos no solo nos hace sentir en armonía con este y lo convierte en un refugio, sino también nos permite mostrar ante los demás nuestros gustos y preferencias por determinadas cosas y por sobre otras.
Así, debemos tener en cuenta también que muchos elementos pueden resultar perfectos para decorar la casa, y sin duda alguna, entre las cuantiosas alternativas no podemos dejar de mencionar a las plantas. No obstante, esta vez queremos destacar una de ellas en particular: estamos hablando del jazmín.
Con su característico color blanco y su aroma tan particular, esta planta en específico y su famosa flor, sobre todo, tiene la capacidad de cambiar el aspecto de cualquier rincón del hogar y, al mismo tiempo, purificar y aromatizar el aire de manera muy simple.
Sin embargo, si lo que queremos es que efectivamente ello se cumpla a rajatabla, son algunos puntos y tips que debemos tener en cuenta y aplicar para que nuestro jazmín se vea fabuloso en todo momento.
Si en tu casa tienes esta planta en su versión denominada “jazmín de leche”, debes saber que esta planta necesita estar bien drenada. Requiere, además, de un amplio espacio para que crezca en óptimas condiciones.
Por otra parte, es importante considerar que, sin importar qué tipo de jazmín tengas, es clave recurrir a la implementación un regado habitual, de cada 2 días aproximadamente, sobre todo durante el verano y la primavera.
Asimismo, su poder repelente de insectos ayudará a eliminarlos de tu jardín, contribuyendo así a su escasa o nula presencia en las plantas restantes que tengas. Por último, debes saber que el jazmín es una planta que no resiste temperaturas muy altas o muy bajas, por lo que es ideal para climas suaves. Es clave, finalmente, que esta sea protegida de vientos fuertes.