Lucir una piel espléndida depende de varias cuestiones. Una de ellas, sin lugar a dudas, dependerá de los cuidados que le brindemos, a través de la implementación diaria de distintas cremas humectantes de acuerdo a la parte del cuerpo a cuidar y nutrir.
Asimismo, debemos hacer especial hincapié en que ello no solo tiene que ver con el punto mencionado anteriormente, sino también con la combinación de otros factores, como por ejemplo el beber agua en cantidades suficientes a diario, mantener una dieta balanceada y nutritiva y realizar actividad física con frecuencia. A ello, debemos añadir, claro está, el uso de algún producto anticelulítico para evitar al mayor grado posible la llamada “piel de naranja”.
Al respecto, también es fundamental remarcar que esta clase de productos tienen como objetivo, tal y como se resalta desde el sitio “Elle”, el activar “la circulación de esta área para así favorecer el drenaje de líquidos y potenciar la penetración de los activos para que sean más efectivos”.
Entre las zonas más comunes en las que puede aparecer celulitis tenemos el abdomen, las piernas, los glúteos y caderas, entre otros. Por ello, el uso de un anticelulítico puede ser un factor muy importante ante el surgimiento de estos hoyuelos con formas irregulares en algunas partes del cuerpo.
A diferencia de las cremas reductoras o reafirmantes, un tipo de producto como es el anticelulítico busca “estimular la circulación sanguínea”, según remarcó dicha fuente en conversación con la doctora Arantxa Arana, así como también “romper las células de grasa o mejorar la textura de la piel”.
Para ello, los principales ingredientes incluidos en un anticelulítico son la centella asiática, el retinol, la cafeína o las algas, entre otros, encargados de intentar cumplir con dichos objetivos.