Al momento de elaborar diversos platos a partir de una determinada receta, no solo puede resultar clave y fundamental respetar las cantidades correspondientes de los ingredientes a utilizar, sino también las combinaciones y mezclas que a cambio pueden modificar notablemente y para mejorar el sabor del platillo final a degustar.
Es por todo ello que hoy queremos poner el foco en una simple pero deliciosa combinación que puede cambiar una receta radicalmente y en buena parte de platos, como ensaladas y carnes.
¿De qué combinación en particular estamos hablando? Nada más y nada menos que aquella que tiene como protagonistas a la sal, la pimienta y el limón, ingredientes que suelen ser los preferidos para sazonar cualquier plato por parte de muchísimas personas.
Aunque puede resultar un poco obvio, los ingredientes que necesitas para esta preparación y magnífica combinación de sabores son: sal al gusto, pimienta negra recién molida (al gusto) y 2 limones frescos.
Una vez que hayas seleccionado qué tipo de sal utilizarás para elaborar esta mezcla (por ejemplo, puedes usar sal fina, marina, ahumada e incluso sal rosa del Himalaya), es momento de añadirla sobre el alimento al que deseas incorporarle un toque extra de sabor. Recuerda no colocar este ingrediente de manera excesiva y de forma paulatina, hasta que consideres adecuado el sabor obtenido.
En este sentido, algo similar debe ocurrir con la pimienta negra recién molida. Para que apenas tenga un toque extra de sabor, puedes añadir una pizca mínima o, si por el contrario deseas que en el plato su sabor sea notorio, agrega un poco más pimienta.
Finalmente, es el turno de añadir el limón junto a los demás ingredientes que incorporan a tu receta ese toque de sabor exquisito. Nuevamente, sin importar si se trata de una ensalada, pescados y carnes u otro platillo, añádelo poco a poco para disfrutar al máximo de estos ingredientes frescos junto a tus comidas predilectas.