Más allá que la presencia de caracoles en tu jardín pueda ser un símbolo de la biodiversidad en tu jardín, también puede representar un gran riesgo para tus plantas y en especial, de las siembras de frutas o vegetales a las que tanto has entregado para verlas florecer.
¿El motivo? Estos invertebrados moluscos se alimentan de plantas y en grandes casos, pueden ser el enemigo silencioso que tanto debes temer. Es una plaga común en los jardines, y pueden causar daños significativos a las plantas, especialmente a las jóvenes o débiles. Por tal motivo, debes aprender cómo evitar su presencia, algo que aprenderás a continuación.
Prevención
Para empezar, hay que atender la razón por la que tus plantas pueden atraer mucho a los caracoles. Ten en cuenta que si eliminas las fuentes de alimento, entonces no habrá razones para que esta especie intente quedarse en tu hogar.
En concreto, hablamos de plantas muertas o enfermas, así como hojas y tallos caídos, las cuales serán la mayor atención en tu jardín y por ende, el resto de tus plantas. De igual forma, hay que estudiar el nivel de humedad presente en este espacio verde, condición que, como te imaginarás, reúne lo que necesitan estos insectos.
Solo eliminando las fuentes de humedad, como los charcos de agua y los contenedores de agua, puedes ayudar a disuadir a los caracoles.
Por último y no menos importante, estudia la posibilidad de obtener algunas plantas repelentes para caracoles como es el caso de la caléndula o la capuchina, las cuales deberías sembrar alrededor de los ejemplares que quieres proteger.
Ahora bien, si deseas algo más efectivo y especializado, entonces no dudes en usar productos químicos especialmente diseñados para este propósito. Sé paciente, esto puede tomar tiempo controlar la población de caracoles y así librarás esta batalla incómoda con estos insectos.