Si lo que deseamos es deleitar a nuestra familia o amigos, un exquisito almuerzo o cena pueden convertirse en una gran opción. Así, podemos disfrutar de un momento de calidad con deliciosa comida de por medio que haga del encuentro una velada para el recuerdo.
Pero además del almuerzo o la cena, si hay algo que no podemos dejar de lado aquí, y que rara vez falta en estas reuniones, es el postre. Así, una de las opciones más elegidas para este momento suele ser, sin duda alguna, el cheesecake.
Se trata de un platillo dulce de lo más agradable al paladar gracias a su combinación de magníficos ingredientes como lo son el queso crema o la nata, almendras, azúcar, huevos, harina, vainilla y frutas como la fresa, ingredientes que, cabe mencionar, pueden variar según las preferencias y gustos de los comensales.
Pues bien, si lo que deseas es elaborar un cheesecake “a otro nivel” y recibir aplausos multiplicados por parte de tus seres queridos, existen algunos trucos y consejos que deberás seguir al pie de la letra.
Lo primero que debes tener en cuenta, y que es fundamental no pasar por alto, son los ingredientes a elegir según sus respectivas marcas. Opta por productos de calidad que permitan realzar el sabor de este postre por todo lo alto.
Asimismo, deberás prestar mucha atención a la cocción de tu cheesecake, la cual debe llevarse a cabo a fuego lento y a baño María. Esto permitirá que obtenga una consistencia cremosa y suave. Respecto a la base del plato, no olvides triturar muy bien las galletas elegidas para luego mezclarlas con la mantequilla.
Finalmente, si hay algo que marcará una diferencia abismal al momento de preparar el cheesecake es el correcto enfriamiento de este postre una vez que se haya cumplido su tiempo de cocción. Lo ideal es que permanezca un tiempo en el horno una vez que este haya sido apagado, para luego colocarlo en el refrigerador por, al menos, un total de 4 horas. De ser posible, déjalo enfriarse allí durante toda la noche.