Al momento de desenvolvernos en nuestra vida diaria, es vital el uso de nuestra energía para cumplir con todos nuestros quehaceres y actividades. Así, el funcionamiento de nuestro cuerpo depende de manera indispensable de la energía otorgada por parte de nuestras células y tejidos.
Por esto, la palabra metabolismo no puede faltar aquí, dado que es la que mejor define este proceso entre la producción y la administración de energía generada en nuestro cuerpo todos los días, gracias a la conversión de los alimentos en dicha energía mencionada.
Ahora, muchas veces hemos oído que esta definición puede vincularse con una lentitud mayor o menor en torno a la producción y distribución de la energía. En el caso de aquellos con metabolismo más lento, esto puede desembocar en una acumulación de grasa en nuestro cuerpo, lo que se traduce así en un aumento de peso.
Si percibes que este puede ser tu caso, debes tener en cuenta que un metabolismo lento puede deberse a varias razones como, por ejemplo, tiroides, la edad, el género, factores genéticos, hormonales o ambientales, así como también tu estilo de vida o alguna dieta restrictiva en el tiempo, de acuerdo a lo indicado por el sitio “Clara”.
En este sentido, la mencionada fuente explica que esta problemática en tu salud puede exteriorizarse por medio de diversas señales que no podemos ignorar y que, por ende, resulta clave detectar para actuar rápidamente. Una de ellas tiene que ver con los problemas de peso, más precisamente con el adquirir peso de forma repentina y que luego se dificulta perderlo, a pesar de llevar a cabo una dieta equilibrada y realizar ejercicio frecuentemente.
A ello se suman la fatiga y la falta de energía, y trastornos digestivos como, por ejemplo, hinchazón o acidez estomacal. Otra cuestión a tener en cuenta son los cambios en el estado de ánimo. De esta manera, algunas de las cosas que puedes hacer para acelerar tu metabolismo es consumir alimentos con proteínas y fibra, beber suficiente agua y dejar de lado alimentos procesados.