Sin dudas, hablar de una alimentación saludable y un cuerpo sano es una de las temáticas recurrentes y el anhelo de todos, aunque, muchas veces, son los malos hábitos o tentaciones, como el chocolate, los que no ayudan a cumplir con la meta propuesta.
El chocolate es un alimento que se obtiene mezclando el azúcar con dos productos que derivan de la manipulación de las semillas del cacao: industrialmente, se genera este postre.
Por ejemplo, el tener ansiedad o querer comer chocolate con frecuencia, puede significar la deficiencia de magnesio en el cuerpo de una persona. Sin embargo, hoy nos centraremos en la relación entre este producto y el acné. ¿De qué se trata?
Recordemos que una popular frase indica que tanto las comidas "chatarras" como el chocolate son generadores de trastornos en la piel y la aparición de granos, una aseveración que genera fuertes controversias y hoy las resolveremos.
De acuerdo al sitio web "Glamour", una serie de estudios, realizados por profesionales y dermatólogos, hicieron hincapié en la incidencia del chocolate y el acné.
Específicamente, el realizado por la Journal of the American Academy of Dermatology puso a prueba a esta teoría, aunque la respuesta no fue contundente al combinar el chocolate con leche y con gomitas.
Fueron los especialistas en la piel los que explicaron con detalle lo que sucede, al remarcar que el chocolate no es la única causa del acné, ya que son muchos los alimentos que pueden influir en este brote.
"Los alimentos con alto índice glucémico, los procesados y el azúcar son, sin duda, desencadenantes del acné", indica la dermatóloga Naana Boakye.
Además, es la doctora la que explica por qué salen granos al comer chocolate con una afirmación netamente científica: "Los aislados de proteína de suero de la leche se unen básicamente a los factores de crecimiento similares a la insulina", reconoce.
En tanto, ha sido la Academia Americana de Dermatología la que no se quedó atrás al remarcar que la cascada inflamatoria puede ser originada por el aumento del azúcar en la sangre y esta hace que la piel tenga más sebo o grasa, el principal generador de granos y acné.