Además de cumplir una grandiosa función decorativa, es a través de las plantas y las flores que podemos descubrir numerosos beneficios que resultan no solo favorecedores para los ambientes (de nuestra casa, por ejemplo), sino también para nuestro organismo por las más diversas razones.
Aunque existen muchísimas opciones, de acuerdo a los gustos y preferencias de cada persona, en esta oportunidad queremos hablarte de la lavanda, la cual posee propiedades que, aunque tal vez te resulte difícil de creer, podrían traerte la paz y la calma que estás buscando.
En primer lugar, debes saber que se trata de un tipo de planta que no solo beneficia a nuestro cuerpo al reducir los niveles de estrés y ansiedad, sino que también nos facilita el sueño y la disminución de la tensión arterial.
A ello también se le suman sus propiedades vinculadas al ámbito de la cosmética, gracias a que la lavanda es astringente, antimicrobiana y antioxidante, gracias a su composición a base de taninos, y flavonoides, entre otros.
Sin embargo, la lavanda cuenta con otras cuantiosas propiedades que están asociadas “al despertar espiritual y el equilibro entre cuerpo, mente y espíritu”, según destaca el sitio “Glamour”.
La citada fuente también resalta que este tipo de planta en específico atrae energía, pero así también “la atracción de la serenidad, el dinero y la buena suerte”.
Así, lo recomendable es que coloques tu planta de lavanda en una zona en la que sientas que probablemente se traducirá en un beneficio para tu vida y tu cuerpo. Las zonas ideales son aquellas en las que te desempeñas laboralmente, ya sea en tu hogar o en una oficina, por ejemplo. Y si del hogar hablamos, se aconseja colocarla detrás de la puerta principal, y también en tu habitación, para alejar así las malas energías de la vivienda que habitas.