Realizar las tareas del hogar no es nada sencillo, son muchas las actividades que se deben hacer. Algunas de las que más tiempo demanda se encuentran las vinculadas a la limpieza de la ropa: lavar y luego acudir a la plancha.
Es por ese motivo que hoy te traemos una ayuda al contarte algunos consejos que tienes que seguir para simplificar tus responsabilidades al saber las diferencias necesarias a la hora de optar por una plancha a vapor o una plancha seca. ¿De qué se trata?
Según el sitio web Mejor con Salud, te indicaremos cuáles son los beneficios de cada una para lograr un planchado perfecto, sin arrugas y principalmente sin quemar aquella indumentaria delicada que muchas veces dañaste.
Lo principal es definir cómo es el funcionamiento de cada una y comenzaremos con la plancha de vapor. Conocida como un electrodoméstico, este artefacto utiliza el agua para reducir el proceso del planchado. Esta función permite que el vapor entre en las fibras del tejido, las suavice y elimine las arrugas.
En tanto, la plancha seca alisa la ropa mediante calor, sin utilizar vapor. Recubierta con suela metálica que se calienta y brinda la opción de regular el calor, según el tipo de tela o tejido.
Con un uso parecido, pero una técnica diferente, lo cierto es que depende de la preferencia de cada uno. A continuación, te sacamos las dudas que tengas al enumerar las ventajas y desventajas de cada una.
En el caso de la plancha a vapor, se destaca: elimina las arrugas, tiene planchado vertical, se puede usar en tejidos robustos y resistentes, renueva la ropa. En cuanto a las desventajas, las más notables son: requiere mantenimiento y atención, consume mucha energía eléctrica y espacio para ser utilizada.
Finalmente, la plancha seca necesita mayor atención, requiere menos cautela, consume menos electricidad y ocupa menos lugar. Sin embargo, al igual que la de vapor, tiene sus desventajas: mayor dedicación y esfuerzo, tiene que ser utilizada en forma horizontal y requiere que la ropa esté humedecida para poder borrar las arrugas.