El poder de la mirada es único. Quizá por esa misma razón cada vez son más frecuentes los tratamientos que involucran a las cejas o las pestañas, con la finalidad de realzar mucho más su presencia en el rostro.
Al igual que hay múltiples opciones estéticas para que las cejas se vean más pronunciadas (desde microblading, microshading y dermopigmentación), en el caso de las pestañas pasa exactamente lo mismo y hay formas de que llamen más la atención.
Pero esos pelitos en el párpado tan preciados también se pueden cuidar en casa con una serie de remedios muy fáciles de conseguir y económicos. En este caso hablamos de tres aceites que son básicos y que tienen un amplio número de minerales.
Aceite de ricino
Según algunos especialistas, permite que se fortalezcan de forma natural y crezcan más rápido. Solo tienes que remojar un pequeño algodón con el líquido y colocártelo sobre cada ojo justo en el momento en el que vayas a dormir. Dejar reposar toda la noche y al otro día lavar los ojos con bastante agua. Igualmente también se puede agregar en algún envase vacío de rímel y aplicarlo a diario con el cepillito, por lo menos una vez al día.
Aceite de oliva
Al igual que el ricino, se puede agregar con un algodón sobre los ojos todas las noches. Entre sus ventajas está que limpia las pestañas de cualquier residuo que se pueda acumular en el párpado y ayuda a que crezcan más rápido.
Aceite de coco
Además de ser usado para hidratar la piel del rostro y los labios, también sirve para eliminar impurezas entre los folículos pilosos. Puedes usar un hisopo mojado con aceite de coco y pasarlo despacio por los pelitos tanto arriba como abajo.
Gracias al aceite de coco, las pestañas quedan protegidas del rímel u otros agentes externos porque crea una especie de barrera contra los efectos que deja el maquillaje con el tiempo y también se hace más sencillo retirarlo.
Como para completar, una buena alimentación enriquecida en vitamina C también es clave para que las pestañas estén saludables y firmes. Hay diversas frutas que tienen una alta proporción de esta vitamina: los cítricos como la naranja, el limón y la mandarina. También el kiwi, la fresa, la piña y la toronja.