En los últimos años, México ha experimentado un auge significativo en el interés por la numismática, un fenómeno impulsado en gran medida por la emisión de las atractivas monedas conmemorativas de 20 pesos. Estas piezas, que celebran eventos históricos relevantes y destacan por su diseño de alta calidad, han trascendido fronteras, ya que han obtenido prestigiosos premios en certámenes internacionales. Este reconocimiento ha encendido la chispa de coleccionistas y entusiastas, quienes ven en estas monedas no solo un pedazo de historia tangible, sino también un objeto de deseo en el mercado secundario.
Una de estas monedas de 20 pesos alcanzó la gloria al ser galardonada en la categoría de “Mejor moneda o serie de monedas” por la “Asociación Internacional de Asuntos Monetarios” (IACA). Este prestigioso reconocimiento, otorgado durante la Conferencia Internacional “The Banknote and Currency Conference” celebrada en Washington D. C. en febrero de 2022, subrayó la excelencia en diseño, innovación y el profundo valor cultural que estas piezas representan.
Sin embargo, en medio de este fervor coleccionista, ha surgido una creencia popular, aunque errónea, sobre la posibilidad de vender estas preciadas monedas en instituciones bancarias como Banco Azteca. La realidad es que, si bien estas monedas han capturado la atención de muchos, el modelo de negocio de Banco Azteca se centra en servicios financieros tradicionales como cuentas de ahorro, créditos y pagos, y no en la compraventa de objetos numismáticos.
Dentro del sistema financiero regulado, entidades como Banco Azteca únicamente adquieren monedas acuñadas en metales preciosos como el oro y la plata. Estas monedas de inversión poseen un valor intrínseco basado en su contenido material y son reconocidas en los mercados financieros. En contraste, las monedas conmemorativas de 20 pesos están fabricadas con una aleación de metales comunes, lo que las excluye de la comercialización en bancos e instituciones financieras.
El reconocimiento internacional de estas monedas de 20 pesos no hace más que consolidar su importancia histórica y artística, lo que las convierte en piezas altamente codiciadas por los coleccionistas. A pesar de su prestigio y valor cultural, su comercialización se limita al ámbito numismático. Esto significa que aquellos afortunados poseedores de estas monedas premiadas deberán explorar opciones de venta entre particulares o en espacios especializados en numismática, donde su precio estará determinado por la dinámica de la oferta y la demanda entre coleccionistas apasionados.