Si tienes en casa frascos de perfumes vacíos y no sabes qué hacer con ellos, en lugar de botarlos, puedes transformarlos en pequeños floreros decorativos. Una propuesta de reciclaje y reutilización increíble con la que le darás un toque diferente a cualquier rincón de tu casa. Se trata de una alternativa perfecta para todos aquellos que buscan una opción decorativa, creativa, centrada en los detalles, sin la necesidad de hacer una gran inversión.
La idea de reutilizar frascos de vidrio, más allá de una propuesta de sostenibilidad, es que este tipo de artículos tiene características muy favorables para cumplir nuevas funciones, ya que están hechos de un vidrio que es grueso y que tiene unos diseños bastante atractivos y diferentes para convertirlos en floreros que le darían un toque muy original a cualquier estante, repisa, mesa de noche, e incluso a un lugar en el baño o en la cocina. Además, sus tamaños a veces son reducidos, y esto te hace ganar mucho más espacio que los floreros tradicionales, que por lo general son bastante grandes y anchos.
Esta idea de reuso es muy fácil de poner en práctica, porque tiene muy pocos pasos, y uno de ellos es adecuar el frasco de vidrio para su nuevo propósito: retirar el atomizador y las etiquetas, ayudándote con un poco de alcohol, acetona o también agua caliente. Una vez listos y secos, lo vas a decorar a tu gusto.
Entre las opciones con las que puedes cambiar su imagen, destaca el que los pintes, los envuelvas con cuerdas o hilos de yute, les coloques cintas o algún diseño original que quieras pegar a ellos como una especie de sticker o etiqueta. Una vez decorado, solo debes colocar las flores frescas o algún ramo artificial, también una ramita seca; todo dependerá de la temática y el estilo decorativo que reine en ese espacio general en donde lo colocarás.
Como ves, esta propuesta de reciclaje es fácil de hacer, es sencilla y, de paso, muy estética. Así que solo debes tener a la mano pocos elementos y, si tienes en tu casa muchos frascos de perfume, ya le diste un nuevo sentido a todos estos recipientes que, de seguro, están al fondo de una gaveta o del estante de un clóset.
Poner en práctica esta actividad de reciclaje también es un buen ejercicio para relajar la mente, para trabajar las habilidades manuales, e incluso puede ser el punto de partida para un emprendimiento creativo. Y para que recuerdes que con poco, se pueden hacer muchas cosas.