Hay recetas que pueden ser deliciosas, rápidas, con beneficios para la salud y lo mejor de todo es que se puede hacer en minutos. Hay una cena que solo lleva dos ingredientes y puede ser una gran aliada para ayudarte a desinflamar el vientre.
La solución está en la clásica receta española de los famosos huevos fritos con patatas o boniato. Este platillo podría estar en la “lista negra” de muchas dietas, pero si lo preparas siguiendo los consejos de expertos en nutrición puede ser muy beneficiosa para la salud.
Una cena sencilla y poderosa
Según la nutricionista, Sandra Moñino, reveló que el huevo y las patatas (o boniatos) aportan vitaminas, minerales y antioxidantes al cuerpo. En su charla con el sitio web español Telva, Moñino estos factores reducen la inflamación y promueven la salud cardiovascular fortaleciendo el sistema inmunológico.
Además, la experta explicó que los huevos contienen triptófano, melatonina y vitamina D, nutrientes esenciales para mejorar la calidad del sueño. Por su parte, las patatas o boniatos, si la cocinas como te revelamos en esta receta, pueden favorecer la salud intestinal gracias al ácido butírico.
- ¿Cómo preparar esta cena antiinflamatoria?
Huevos fritos: la clave está en cocinarlo de manera correcta y lo mejor es hacerlo a la plancha con la yema sin cuajar. Debes calentar una sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen extra y cocinar los huevos a fuego lento, cubriendo con una tapa hasta que la clara esté cocida, pero la yema quede líquida.
Cocinar las patatas (o boniatos): lo que debes hacer en esta receta es pelar los tubérculos y cuécelos en agua hirviendo hasta que estén tiernos. Acto seguido, deja enfriar al menos 12 horas antes de comerlos y adereza con cúrcuma, pimienta y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Versión al horno: corta las patatas o boniatos en bastones, adereza con cúrcuma, jengibre y pimienta. Hornéalos a 200º C durante 15 minutos y sube la temperatura a 230º C para que estén más crujiente. Ten en cuenta que deben enfriarse, lo que es crucial para que el almidón de estos alimentos se convierta en alimento para las bacterias intestinales, logrando un efecto antiinflamatorio natural.