A medida que pasamos de los 40 años, nuestra piel cambia y, con ello, también deben hacerlo nuestras rutinas de maquillaje. Uno de los productos que cobra especial relevancia en esta etapa es el colorete. Este cosmético no solo aporta un toque de frescura y vitalidad al rostro, sino que también puede ayudar a esculpir las facciones y a dar una apariencia más juvenil. Sin embargo, saber cómo aplicarlo correctamente es fundamental para conseguir el efecto deseado.
Con el paso del tiempo, la piel pierde colágeno y elastina, lo que puede dar lugar a una apariencia más apagada y menos definida. El colorete, bien aplicado, puede contrarrestar este efecto al aportar un tono saludable y natural a las mejillas. Además, al resaltar los pómulos, ayuda a definir el contorno del rostro, creando una estructura facial más marcada.
El primer paso para usar el colorete correctamente es elegir el tono que mejor se adapte a tu piel. Para pieles claras, los tonos rosados y melocotón suelen ser los más favorecedores. Para pieles medianas, los colores coral y bronce son ideales. Y para pieles más oscuras, los tonos ciruela y vino pueden aportar un toque de sofisticación.
Para lograr un acabado natural, es importante aplicar el colorete con una técnica adecuada. Utiliza una brocha de tamaño medio y comienza aplicando el producto en la parte superior de las mejillas, justo donde sobresalen los pómulos al sonreír. Difumina el colorete hacia las sienes en movimientos circulares, asegurándote de no dejar líneas duras. Un truco adicional es aplicar un toque de colorete en el puente de la nariz y el centro de la frente para un look más cohesionado.
- Menos es más
Es fundamental recordar que, especialmente después de los 40, menos es más. La idea es conseguir un rubor sutil que realce tus rasgos naturales sin parecer exagerado. Si te pasas con la cantidad de colorete, puedes difuminarlo con una brocha limpia o con una esponja de maquillaje para suavizar el efecto.
- Consejos adicionales para un resultado perfecto
-Siempre aplica el colorete sobre una base de maquillaje y polvo para asegurar que se adhiera bien y dure más tiempo.
-Si tienes piel seca, opta por fórmulas en crema que aporten hidratación adicional.
-Para un efecto luminoso, elige coloretes con partículas brillantes que reflejen la luz y den un aspecto radiante.