Al hablar de monedas con errores de fabricación, nos encontramos ante un fenómeno fascinante dentro del coleccionismo. Estos defectos, ya sea en fechas, inscripciones o detalles de diseño, transforman piezas cotidianas en verdaderos tesoros para los aficionados por productos de numismática. Ese es uno de los motivos por el que la moneda de 50 centavos se vende por 23 mil pesos Mercado Libre.
Las monedas con errores, como esta, se han convertido en objetos de deseo dentro de la numismática debido a su rareza. No es extraño que otras piezas con errores de ortografía o detalles mal acuñados también aparezcan en el mercado, logrando cifras inesperadas en subastas y ventas en línea.
Recientemente, se ha puesto a la venta una moneda de 50 centavos que parece común. Sin embargo, un error en la fecha ha capturado la atención de los coleccionistas: en lugar del año 1998, la moneda muestra la inscripción "1898". Este desliz la convierte en una pecunia única, lo que ha llevado a su propietario a pedir la sorprendente suma de 23 mil pesos.
Te podría interesar
Características de la moneda de 50 centavos
La moneda de 50 centavos salió a la circulación en enero de 1993 y fue fabricada por el Banco de México (Banxico). En el anverso, al centro, se puede ver el Escudo Nacional en relieve escultórico, con la leyenda “ESTADOS UNIDOS MEXICANOS” formando el semicírculo superior. Mientras que en el reverso lleva, en la parte central, el número cincuenta “50” como motivo principal, símbolo de centavos “¢”, año de acuñación, símbolo de la Casa de Moneda de México “M°” y una estilización del Anillo de la Aceptación de la Piedra del Sol.
Esta moneda de 50 centavos tiene un diámetro de 22.0 mm (círculo que inscribe al dodecágono), forma dodecagonal, un peso 4.39 gramos y canto liso. Fue acuñada con una composición de bronce-aluminio.
De acuerdo con la publicación, esta moneda de 50 centavos cumple con los criterios de originalidad que establece el Banco de México: desde su color y brillo, hasta su textura y desgaste natural por el uso. Estos detalles, junto con elementos de seguridad como la imagen latente y el microtexto, confirman que se trata de una pieza auténtica.