Un billete de 20 pesos, que cualquiera podría llevar en la cartera sin prestarle mucha atención, ha captado el interés de los coleccionistas y entusiastas de la numismática por una razón insólita: su valor podría ascender a la asombrosa cifra de 6 millones de pesos. Este fenómeno ha encendido la curiosidad en torno a este billete, elevándolo de objeto cotidiano a pieza de alto interés.
¿Qué hace que este billete de 20 pesos sea tan codiciado?
Entre los expertos en numismática, aquellos billetes y monedas con características únicas o errores suelen alcanzar precios que superan con creces a los de sus contrapartes comunes. En este caso, el billete de 20 pesos cuenta con el prestigio de haber sido reconocido como el mejor papel moneda de América Latina, un título que no solo le otorga valor simbólico, sino también un alto valor económico. Pero, no son pocos los expertos que sostienen que su valoración es exagerada.
Este billete de 20 pesos pertenece a la serie G, lanzada por el Banco de México en septiembre de 2021. Está fabricado en polímero, lo que le brinda mayor durabilidad en comparación con los billetes de papel tradicionales. Con unas dimensiones de 120 x 65 mm, su diseño es un homenaje tanto a la historia como a la biodiversidad de México.
Te podría interesar
En diciembre de 2021, este billete fue galardonado como el mejor de América Latina en el evento High Security Printing, que destaca los diseños más innovadores y las características de seguridad más avanzadas en el mundo de los billetes.
El anverso del billete de 20 pesos presenta una escena histórica capturada en la pintura “Solemne y pacífica entrada del Ejército de las Tres Garantías a la Ciudad de México el día 27 de septiembre del memorable año de 1821”. Esta obra, que se exhibe en el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec, es acompañada por las banderas del Ejército de las Tres Garantías y la de México, añadiendo un fuerte simbolismo patriótico.
En el reverso, el billete muestra el exuberante ecosistema de manglares de la Reserva de la Biósfera Sian Ka’an, en Quintana Roo. En este diseño se destacan especies emblemáticas como el cocodrilo mexicano y la garza chocolatera, subrayando la riqueza natural del país.