Una silla vieja puede ser el instrumento principal para un proyecto de reciclaje. Entre tantas iniciativas de reúso, este artículo puede convertirse en otro muy útil para la jardinería, como lo es un macetero. Este nuevo objeto, además de servir de contenedor para una planta, le da un toque original y muy orgánico a tu jardín.
Para poner en práctica esta idea de reutilización deberás seguir tres pasos importantes. El primero es diagnosticar tu silla vieja para así conocer con detalle sus condiciones. Hay silla viejas que solo necesitan un poco de pintura, si es tu caso, primero procede a lijarla y luego píntala; sin embargo, en ocasiones estos artículos necesitan una reparación, así que puede que te toque ir con un carpintero para esta tarea.
Para transformarla en un macetero para tu jardín, solo debes retirar la zona del asiento y dejar un hueco por donde colocarás el recipiente que exhibirá tu planta. La idea es seleccionar el modelo adecuado para que pueda encajar en el orificio y con la estructura general de la silla de reciclaje.
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Este macetero es una idea de reutilización creativa, que hace de una silla vieja un objeto muy original y funcional, ya que, ahora en otro espacio, además brinda la oportunidad de contar en casa con un artículo personalizado, adecuado a las necesidades y gustos de quien lo elabora.
Este estilo de macetero resulta muy versátil porque, además de exhibir la plata en la parte del asiento, toda su estructura puede funcionar para colgar alguna otra especie más pequeña o también para fin decorativo, temático o de soporte para otro tipo de objetos.
Si pones en práctica esta idea de reciclaje, podrás seguir conservando esa silla vieja en casa y más si no sabías qué hacer con ella o cómo reubicarla, especialmente debido a algún recuerdo especial o vínculo sentimental. Como ves, no solo es una propuesta que promueve la reutilización, también es visualmente muy atractiva y, además, si se trata de una silla elevada, podrás ser mucho más fácil el cuidado de la planta.