Las últimas tendencias en decoración demuestran que la pintura para paredes está marcando una clara preferencia por materiales ecológicos y naturales, así como por el uso de colores que reflejan tanto la sostenibilidad como la estética moderna.
Las pinturas minerales, fabricadas con ingredientes como cal, arcilla y arenas, se han vuelto especialmente populares debido a su impacto positivo en la salud y el medio ambiente. Estas pinturas no emiten compuestos orgánicos volátiles (COV), lo que mejora la calidad del aire interior y reduce alergias y problemas respiratorios.
Además, las pinturas con propiedades adicionales, como las anti-moho y termorreguladoras, están ganando terreno. Estas características son especialmente útiles en zonas húmedas o climas extremos, ya que previenen la condensación de agua en las paredes y ayudan a mantener una temperatura ambiente equilibrada.
Te podría interesar
Los acabados también juegan un papel importante en las tendencias actuales. El acabado mate sigue siendo el favorito, ya que aporta un aspecto elegante y discreto, ideal para ocultar imperfecciones y crear una atmósfera cálida.
Por su parte, el satinado es más resistente y fácil de limpiar, lo que lo hace perfecto para áreas de mucho uso, como pasillos o habitaciones infantiles. Aunque el acabado brillante ha perdido popularidad, todavía puede encontrarse en algunos espacios.
En cuanto a los colores, los tonos neutros como el beige, gris y blanco roto siguen dominando, proporcionando calma y armonía a los ambientes. Los tonos tierra como el ocre y terracota están cobrando fuerza, aportando un toque cálido y natural a los espacios.
Sin embargo, los colores vibrantes como el azul, verde o rosa también están en auge, utilizados para generar toques de energía y personalidad en la decoración. Estos pueden aplicarse en detalles o en paredes completas para lograr un efecto más impactante.