Una botella de refresco de 2 litros es un material perfecto para poner a prueba muchas ideas de reciclaje, algunas decorativas y otras para darte una mano a nivel de organización. Con este recipiente plástico, gracias a su forma y resistencia, puedes crear un artículo perfecto para almacenar las bolsas y, así, tenerlas a mano en tu cocina.
Para poner en práctica esta propuesta de reutilización, lo primero que debes hacer es reunir estos materiales: la botella de plástico de dos litros, pintura chalk y spray, retales de papel pintado, cinta de tela, papel protector, espátula, tijera, cúter, rotulador, clavo grande, regla y cola.
El primer paso para realizar este reciclaje es preparar la botella y, para ello, debes marcar y cortar su cuello, luego hacer los cortes necesarios para el dispensador. Una vez que le hayas dado la forma necesaria, la pintas en la base con spray, la decoras con el papel pintado en la parte inferior y también le puedes agregar algunos lazos o cintas en los bordes.
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Para colgar esta botella reutilizada, le creas un colgador y esto lo haces con pequeños agujeros en el papel pintado, le pasas una cinta, creas un lazo y haces un colgador donde la dispondrás. En la última etapa, ubicar todas las bolsas plásticas sueltas que tengas en casa, doblarlas e introducirlas en esta botella y, por último, cuelgas.
¿Por qué tener en casa un dispensador de bolsas con una botella reciclada?
Un dispensador hecho con botellas de plástico es muy útil. Te facilita a tener las bolsas siempre a mano, evitando pérdidas de tiempo innecesarias. Esta idea es una forma de reutilización doble, no solo al darle una segunda oportunidad a la botella, sino que también al tener las bolsas al alcance para otras ideas de reúso.
Por otro lado, las botellas plásticas de refresco pueden servir para muchas más ideas de reciclaje, por ejemplo para comederos para aves, candelabros, macetas, contenedores de almacenamiento, dispositivos de riesgos para jardines y variados trabajos de arte y manualidades.