El otoño marca el inicio de una transformación en los hogares, particularmente en la recámara. Con la llegada de la nueva temporada, los tonos y materiales cambian para crear espacios más acogedores y cálidos. IKEA presentó las tendencias en decoración.
El mobiliario con efecto espejo vuelve con fuerza. La cómoda MALM, en una edición limitada, se presenta con frentes de cajoneras que imitan el efecto espejo. Esta tendencia remite a los muebles de los años 80 y 90, conocidos por incorporar espejos en sus diseños.
El amarillo mostaza se posiciona como uno de los colores estrella de la temporada. Su tono cálido y acogedor es perfecto para aportar calidez a los espacios. El modelo HEMNES de IKEA, en este color, destaca por su diseño atemporal y su acabado en madera.
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Las lámparas en forma de seta siguen siendo una tendencia popular. Este otoño, se presentan en versiones más suaves y coloridas, con tonos pasteles. Estas lámparas no solo añaden un elemento decorativo, sino que también proporcionan una luz de lectura ideal.
Las mantas gofradas, en tonos empolvados, son la elección perfecta para el otoño. Estos tejidos ligeros ofrecen comodidad sin la pesadez de las mantas invernales. La textura gofrada aporta una sensación acogedora.
Para mantener los pies calientes al despertar, las alfombras mullidas son imprescindibles. Las nuevas propuestas de IKEA presentan alfombras suaves con diseños geométricos que añaden un toque artesanal al dormitorio.
El puf FÖRLUNDA destaca por su diseño multifuncional. Ofrece un práctico espacio de almacenamiento bajo el asiento. Es ideal para añadir un toque práctico a la recámara, ya sea para guardar mantas o servir como asiento adicional.
Las lámparas de fibras naturales ceden el paso a modelos más sofisticados. IKEA ha relanzado la icónica lámpara TÍVOLI de 1964, en una versión modernizada llamada DYKARKLOCKA. Con una estructura de 7 anillos y una combinación de chapas de roble, abedul y haya, este diseño refleja una mezcla de tradición y modernidad.