Los trapeadores son extremadamente necesarios para higienizar el hogar, sin embargo, al igual que otro tejido de uso común, necesitan ser aseados de forma constante y así queden como nuevos. Por tal motivo nace la necesidad de aplicar ciertos trucos de limpieza que sean efectivos y que te permitan volver a usarlos totalmente libres de bacterias.
Esto último es importante de tomar en cuenta, ya que aquellos trapeadores que no sean lavados adecuadamente tienden a manifestar malos olores producto de estas bacterias, las cuales se encuentran en el suelo del hogar y ni hablar de todas las partículas de suciedad que se van almacenar en estos hilos.
Trucos de limpieza para los trapeadores
Con esto en mente, es importante que sigas estos consejos y así hagas unas higienización óptima, especialmente después de usar el trapeador en todo tu hogar. Para esto, necesitarás reunir los siguientes productos:
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- Un balde con agua
- Desinfectante de pisos
- Vinagre blanco
- Jugo de un limón
Instrucciones a seguir
Al momento de tener todo esto a mano, ya puedes proceder con estos trucos de limpieza que afortunadamente los podrás completar en cuestión de minutos. Además, es importante destacar que no es un método que usa productos químicos que pueden afectar la calidad del trapeador, un dato no menor.
Lo primero que debes hacer es mezclar todo dentro del balde y asegurar que los ingredientes se integren entre sí, preferiblemente hasta que notes la espuma. Ahí vas a lavar con mucha paciencia la fregona y es necesario que te tomes el tiempo que creas adecuado.
Aquí entra la fase determinante, y es que finalizado esto que puedes hacerlo en minutos ahora es momento de dejarlo en reposo dentro por una tres horas. La idea es que el ácido del limón y el vinagre, junto al jabón puedan penetrar en los hilos del trapeador por completo y así sea más fácil remover la suciedad.
Por último, para terminar con estos trucos de limpieza caseros solo debes enjuagar con abundante agua y dejar secar al sol. Ahí notarás los cambios a simple vista y quedará prácticamente como nuevo, sin necesidad de comprar una pieza nueva ni nada por el estilo.