Una idea muy favorable para el medio ambiente es el reciclaje del aceite de cocina ya que la mayor parte de las veces se desecha de manera incorrecta lo que desencadena numerosos problemas de contaminación, también daños a las tuberías, en los suelos y en la vida silvestre. Conoce los pasos a seguir para reutilizarlo.
Son pocos los materiales que se requerirán para poner en práctica esta actividad de reuso. Ten a la mano: unA olla, un colador y papel de cocina grande. Esta tarea no demanda mucho tiempo y además resulta muy funcional para resolver algunas situaciones en el hogar o hacer algunos proyectos de manualidades.
Lo que debes hacer para reciclar esta grasa necesaria para la preparación de algunos alimentos es colocar un colador en la olla y sobre este el papel de cocina, luego viertes el aceite usado y dejas que se filtre. Luego de pasar todo el líquido por este proceso tienes un nuevo aceite filtrado listo para diversos usos.
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Gracias a esta labor de reciclaje, ese aceite resultante te puede servir para engrasar bisagras, untar moldes, proteger muebles y hacer velas. También puedes lubricar algunas máquinas o herramientas, usar como combustible para lámparas de aceite o antorcha, repeler plagas como hormigas, cucarachas y roedores o como ingrediente para la producción de compostaje, entre muchos más usos.
¿Qué características debe tener el aceite que voy a reciclar?
El aceite que se someterá a este trabajo de reciclaje debe reunir ciertas características o condiciones, solo así podrás estar seguro de la efectividad del proceso. Ten presente que se puede aplicar este método en cualquier tipo de aceite vegetal común como el de oliva, girasol o maíz. Sin embargo, debes evitar mezclarlos porque cada uno tiene diferentes propiedades.
No lo hagas con el que esté muy degradado, contaminado o que se haya sometido a altas temperaturas por tiempo prolongado. Si el líquido que tienes pensado reciclar se ve muy oscuro y además presenta un olor muy desagradable no es el adecuado para este proceso.