Pese a que en Europa ya no tienen demasiado valor, las monedas de 1 céntimo de euro han comenzado a ganar terreno entre las preferencias de los aficionados a la numismática y hay un ejemplar que ha logrado tanta consideración que ha llegado a cotizarse en nada menos que 50.000 dólares.
Estamos hablando de la moneda de 1 céntimo de Alemania, acuñada en 2002, que no solo pertenece a las primeras tandas de pecunias que se pusieron en circulación, sino que, además, hoy es una de las más escasas, sobre todo por el interés despertado entre los coleccionistas de la numismática.
Numismática: ¿cómo es la moneda de 1 céntimo de euro de Alemania 2002?
La moneda de 1 céntimo de euro de 2002 de Alemania destaca por su meticuloso diseño y sus características técnicas. Esta pieza fue fabricada en acero recubierto de cobre, cuenta con un diámetro de 16.25 mm, un grosor de 1.67 mm, un peso de 2.30 gramos y forma redonda.
Te podría interesar
En el anverso de la moneda de 1 céntimo de euro de Alemania 2002 se puede observar una ramita de roble, símbolo tradicional en las monedas alemanas anteriores al euro, como los antiguos pfennigs. La ramita presenta cinco hojas y dos bellotas, y en la parte superior de la moneda están las iniciales del grabador, el año de acuñación (2002) y la marca de ceca (A, D, F, G, o J), que indica la casa de moneda donde se acuñó.
Mientras tanto, el reverso de esta pecunia es común a todas las monedas de 1 céntimo de euro: presenta un globo terráqueo con la inscripción “1 EURO CENT” y un mapa de Europa que destaca la Unión Europea.
Numismática: ¿por qué es tan valiosa la moneda de 1 céntimo de euro de Alemania 2002?
Lo que realmente distingue a esta moneda de 1 céntimo de Alemania de 2002 es su exclusividad y estado de conservación. Fue diseñada por el arquitecto alemán Rolf Lederbogen y esta edición tiene más de 20 años, por lo que se caracteriza por su fabricación en acero recubierto de cobre, lo que le da un color ligeramente diferente al de otras monedas de un céntimo. Además, el diseño del roble en el reverso añade un toque de singularidad.