Con la llegada del verano, la decoración mediterránea se convierte en una de las favoritas de la temporada. Este estilo trae a los hogares colores que aportan frescura, alegría y vitalidad a tus espacios.
El blanco sigue siendo el color preferido para suelos, paredes y muebles. Es ideal para grandes piezas como mesas de comedor, reposeras de terraza y hamacas. Este color es esencial en la decoración de primavera y verano.
El azul se reinventa en un azul índigo más oscuro y elegante. Este tono es perfecto para interiores, ya que aporta una sensación de tranquilidad y sofisticación. Integra este color en textiles para el salón o el dormitorio.
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El turquesa sigue siendo clave en la decoración mediterránea. Este tono es ideal para terrazas, cocinas y baños con mucha luz natural. Es perfecto para columnas, marcos de ventanas, azulejos y accesorios decorativos. El turquesa aporta un aire fresco a cualquier espacio.
El amarillo brillante y el mostaza claro son esenciales en las decoraciones veraniegas. Estos tonos, inspirados en el sol, se pueden utilizar en vajillas, lámparas y textiles para añadir un toque alegre y luminoso a tu hogar. El amarillo ilumina cualquier ambiente.
El terracota aporta solidez y elegancia a la decoración mediterránea. Comúnmente utilizado en suelos, ahora se extiende a paredes, estanterías y textiles. Combínalo con bases neutras y adornos claros para un estilo sofisticado.
El verde es fundamental en la decoración mediterránea. Desde el verde oliva hasta el verde musgo, este color trae lo mejor de la naturaleza al interior de tu hogar. Úsalo en plantas, obras de arte y accesorios para un toque natural.