Con un largo historial de emisiones pensadas para los aficionados a la numismática, el Vaticano ha anunciado el próximo lanzamiento de una exclusiva moneda de 20 euros: la tarjeta Coincard Nº 15 acuñada por la Casa de la Moneda.
Esta tarjeta plastificada, adornada con la imagen del Santo Padre, alberga una moneda de 50 céntimos de euro con fecha de cuño 2024, convirtiéndose en un objeto de deseo para los amantes de las piezas únicas y con historia de la numismática.
Numismática: ¿Cómo es la moneda de 20 euros del Vaticano?
Con una tirada de solo 35.000 monedas, la Coincard Nº 15 se convierte en una pieza codiciada para los coleccionistas. Su precio, de solo 4 euros para los suscriptores, la hace aún más atractiva para aquellos que buscan ampliar su colección con una pieza única y valiosa.
La moneda de cobre de 20 euros que acompaña a la Coincard Nº 15 continúa el ciclo “Arte y Fe”, de la Casa de la Moneda del Estado Vaticano. En su anverso, la artista Daniela Fusco ha plasmado una imagen vibrante del Gallo de San Pedro, una estatua de bronce que reside en el Museo del Tesoro de la Basílica Vaticana.
En el reverso, la moneda de 20 euros cuenta con la figura del apóstol Pedro se erige junto al gallo, recordándonos la profecía de Jesús: "Antes de que cante el gallo, me negarás tres veces". Este episodio bíblico, presente en los cuatro Evangelios, narra la negación de Pedro durante el prendimiento de Jesús, un momento de flaqueza humana que luego se transformó en un profundo arrepentimiento.
Numismática: Algunas de las monedas del Vaticano más buscadas
Desde la entrada en circulación del euro, el Vaticano ha tenido una gran variedad de monedas conmemorativas, mayormente de 2 euros, que fueron en total 27 hasta ahora. En cuanto a las monedas de 1 euro, el Papa Juan Pablo II fue el motivo de todas las piezas de 2002 a 2005. Luego fue el turno del Papa Benedicto XVI, de 2006 a 2013, y a partir de entonces llevan la efigie del Papa Francisco.
Al formar parte de tiradas más reducidas, las monedas de euros del Vaticano son muy apreciadas por los coleccionistas y, dependiendo de las características de la pieza y de su estado de conservación, pueden llegar a valer varios euros por encima de su valor facial.