Dicen que las primeras impresiones importan y mucho, por lo que el perfume es un gran aliado para dejar una buena presentación. Según expertos, las buenas fragancias son más que un elemento cosmético, se trata de una propia extensión de nuestra personalidad que permite explorar la conexión entre las emociones y la mente.
De acuerdo con la psicología, y según la firma Faster Capital, explica el tipo de influencia que pueden tener los aromas en nuestra vida: “El perfume puede alterar el estado de ánimo, las emociones y la personalidad, e incluso puede modificar el comportamiento”, afirma. En este sentido, los expertos afirman que las personas que pueden estar alrededor pueden percibirnos más elegantes, atractivos, y hasta confiables, dependiendo del tipo de fragancia que utilicemos.
La raíz de esto se inicia en el cerebro, donde registramos los aromas de manera particular y sucede todo un proceso específico que evoca a las emociones en consonancia con las experiencias. “El aroma que asociamos con nuestros seres queridos, como nuestros padres o nuestro hogar, suele evocar sentimientos de seguridad, nostalgia y felicidad”, explica la firma.
En esta línea, los perfumes pueden hacernos reaccionar a nivel mental, permitiendo que nos sintamos más seguros y confiados con nuestra personalidad y con la apariencia. En esta línea, un estudio de la Universidad de Liverpool descubrió que ciertas fragancias tienen un potencial ideal para reforzar nuestra identidad de género.
Fragancias
- Amaderadas
Fuerza, confianza y masculinidad.
- Lavanda o Marinas
Calma y serenidad.
- Tabaco
Sofisticación y elegancia.
- Frutales
Despiertos y mentalmente alerta.
- Cítricas
Estimulan la producción de serotonina, mejorando el estado de ánimo.
- Mentoladas
Fomentan la creatividad y mejoran la concentración y el rendimiento cognitivo.
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