Vicente Fernández continúa siendo considerado como uno de los artistas más queridos y respetados de América Latina y el mundo, ya que logró forjar una carrera tanto en la industria cinematográfica como musical mexicana, lo que le permitió, además de obtener fama, reconocimiento y halagos, tener una gran fortuna que forma parte de la herencia que dejó pactada para sus familiares y de la que Doña Cuquita estaba al tanto.
La muerte del “Charro de Huentitán” sorprendió a todos sus fanáticos en México y a muchos de sus seres queridos que hoy en día siguen llorando por su recuerdo, sin embargo, la mujer de su vida, Doña Cuquita, siempre había sido consciente de que el momento de decir adiós a su gran compañero llegaría muy pronto, tras los achaques en su salud, por lo que sabía de sobra que debía sacar a la luz la estrategia que Vicente Fernández había planificado para después de su fallecimiento.
La herencia que Vicente Fernández decidió repartir en vida
Tras incontables éxitos musicales y más de 30 producciones cinematográficas, Vicente Fernández consiguió tener y disfrutar de una gran cuenta bancaria superior a los 25 millones de dólares, sumado a sus aviones privados, que servían para trasladar a otros famosos por 3.600 dólares la hora, como así su colección de trajes que rondan los 20 mil dólares o sus negocios de crías de caballos o la venta de tequila.
El patrimonio que logró disfrutar Vicente Fernández, ahora tras su muerte, pertenece a Doña Cuquita, sus hijos y nietos, tal como lo dejó documentando en su testamento, el documento que muchos años antes de su muerte ya había redactado: “Soy un hombre precavido. Todo lo que tengo es de mis hijos y de mis nietos, y dejé una partecita para mi mujer y para mí, para que yo no tenga que pedirles cuando me falte. Si mi mujer se va primero, con ese dinero yo no voy a tener que pedirle nada a nadie. Soy un hombre que piensa ahorita y en el futuro”.
En 2012, cuando el cantante mantuvo una entrevista con TVyNovelas, aseguró que ya había dejado escrito cada uno de sus deseos y de qué forma se repartiría su fortuna. Pese a que el testamento estaba pactado, Vicente Fernández en complicidad con Doña Cuquita ya habían repartido su patrimonio entre sus seres más amados: “Ya repartí todo. Yo no quiero dejar problemas. Todo lo que tengo es de mis hijos y mis nietos”.