Con más de 250 especies diferentes, la verbena te ofrece una amplia gama de opciones para elegir los colores que mejor combinen con tu estilo y la decoración de tu terraza o tu jardín. Desde el lila clásico hasta el rojo vibrante, pasando por el azul celeste y el blanco puro, encontrarás la planta perfecta para ti. Si todavía no sabes por dónde empezar, te dejamos unos consejos.
Más allá de su belleza estética, la verbena también aporta otros beneficios a tu jardín. Sus flores atraen a polinizadores como abejas y mariposas, contribuyendo así a la biodiversidad de tu entorno. Además, la verbena es una planta aromática que desprende una agradable fragancia que te envolverá en un ambiente de paz y bienestar.
Existen multitud de variedades de verbena, cada una con sus características únicas. Algunos consejos para identificar a las más populares:
- Verbena bonariensis: de tallos altos y flores de color violeta, ideal para darle un toque de altura a tus arreglos.
- Verbena rígida: de crecimiento más bajo y flores púrpuras, perfecta para borduras y macizos.
- Verbena canadensis: también conocida como verbena de jardín, ideal para cubrir el suelo y crear alfombras coloridas.
Guía para plantar y cuidar tu planta de verbena
Para que tu planta de verbena te regale su floración durante todo el año, solo necesitas dedicarle algunos consejos básicos.
Sol y agua
La verbena necesita abundante sol, al menos unas seis horas diarias. En cuanto al riego, asegúrate de que el suelo se mantenga húmedo pero no encharcado, especialmente durante los meses más cálidos.
Suelo y maceta
Elige un suelo ligero y bien drenado para que las raíces de tu verbena crezcan sanas y fuertes. Si la plantas en una maceta, asegúrate de que tenga orificios de drenaje para evitar el encharcamiento.
Fertilización y plagas
La verbena no necesita mucha fertilización. Un aporte ligero de abono al inicio de la primavera y otro al final del verano será suficiente. En cuanto a las plagas, no suelen ser un problema grave para esta planta resistente.